jueves, abril 27, 2006

Murales que hablan




Los pintores de la Cooperativa "Arte Sin Techo" se reencuentran con sus vidas a través de los murales.


“Y Linda le contaba lo de la hermosa música que salía de una caja...

las casas verdes y azules...todo limpísimo... Y nadie solo...”.

Un mundo feliz, de Aldous Huxley



En Medrano y Bartolomé Mitre hay una parada obligada para aquellas miradas atentas que se interesan por el arte y las cuestiones sociales. Una figura humana que remite a “El grito de Munch” en medio del caos de Buenos Aires forma parte de uno de los 14 murales que dan testimonio del trabajo cotidiano de un grupo de pintores en situación de calle que hoy continúa en el difícil camino de hacerse un lugar en la sociedad.

Como en una metáfora que desafía al estigma de la vida marginal, a un costado de las vías del tren Sarmiento, en Medrano 107, los pintores que forman la Cooperativa Arte Sin Techo terminan de refaccionar el centro cultural-taller.

En ese refugio, los murales que pintan contienen sus historias de vida. Son los retazos de un pasado doloroso y los proyectos del futuro...

Nota Completa en "El fisgón"

lunes, abril 24, 2006

Había una vez un país...

“Había una vez un país, donde lo imposible era posible. Los vigilantes repartían pan con manteca, los fusiles disparaban flores, los barrenderos (con trajes de astronautas) viajaban a las estrellas montados en sus escobillones y la mufa se acribillaba con versos...” (Reseña del libro “Mi país ya no existe”, de Julio Luís Aguilar )


Dicen que las ciudades son un micromundo. Una referencia que muestra en escala reducida la imagen de un país: las miserias y grandezas; la corrupción y la dignidad; la violencia y el amor; el recuerdo de un pasado doloroso que no cierra y la esperanza del porvenir.

El miércoles 3 de mayo a las 20:30 se presenta el libro “Mi país ya no existe” en la Sala Javier Villafañe de la Feria del Libro con una puesta en escena que incluye teatro, danza y poesía.

El poemario es, entre tantas cosas, un libro testimonial. El relato necesario para que las nuevas generaciones se acerquen, través de la poesía, al recorrido de la memoria a 30 años del último Golpe Militar. También es una invitación a imaginar y construir –aunque en medio de las ruinas-un país mejor.

Otro motivo para incluirlo en Notas al Pie: este libro, como los demás del autor fue gestionado por Ediciones Baobab, una editorial independiente que promueve la publicación de escritores inéditos.

*Aguilar Básico
Julio Luis Aguilar es actor, director, maestro de teatro y escritor.
Entre sus obras teatrales estrenadas se encuentran Canto al hombre de América (1970), Buenos Aires hora 25 (presentada en Teatrazo ‘85), Buenos Aires de remate (1990), y la lista continúa. Publicó varios libros de poemas y cuentos. Entre ellos, Mi país ya no existe (1998) y Signos elementales (2003).

Contacto:
luisbelleze@fibertel.com.ar Teléfono: 48214061
Prensa Yamila Frisón: yamilafrison@gmail.com

El desfío de una web para todos

Para superar las diferencias, becas de investigación.


La Red Diálogo Regional sobre la Sociedad de la Información -DIRSI— es una organización que reune a académicos de varias disciplinas de diferentes países de Latinoamérica y el Caribe.

Para avanzar en la integración de las comunidades de bajos recursos al mundo digital, la Red Diálogo Regional llama a concurso de tres becas de investigación dirigida a jóvenes investigadores menores de 35 años. El desafío consiste en generar conocimientos que influyan en politicas públicas de participación y acceso de los sectores marginados a las nuevas tecnologías.

Las áreas temáticas para la presentación de proyectos son:

1. Análisis de la demanda. ¿Qué es y cómo medir la pobreza digital?

2. Análisis de la oferta. Nuevos modelos de propiedad y gestión de redes

3. El reto del servicio universal

4. Herramientas regulatorias para promover el acceso, la participación y el empoderamiento de los pobres

La fecha límite de entrega del abstract es el lunes 30 de abril 2006, antes de las 17 horas, hora de Chile.
Más info y datos formales para la elaboración de proyectos:
www.dirsi.net
www.icamericas.net

Link relacionado: Un proyecto de software libre para organizaciones sociales que se difunde por estos días: www.ututo.org




viernes, abril 14, 2006

"A mi edad, esto es una terapia"

Historias de la Ciudad...


Pedro Santos Luna (69) Trabaja hasta los feriados en su segundo hogar; las calles de Buenos Aires.



...Para alivio de muchos, este afilador no tiene como recurso tocar los timbres de los departamentos. En otras calles, el ruido al unísono de timbres y anuncios, irrita a los propietarios e inquilinos que ni siquiera le responden por el portero “no, gracias”.

Hace cuarenta años que Pedro es afilador. Comenzó a trabajar como albañil, pintor y botellero. “Un amigo muy querido mío que falleció, un día me dijo: vos conseguite una bicicleta que yo te enseño”, recuerda, para después agregar: “Desde entonces, este es mi modo de vida”.

Pedro vive en Florencio Varela con su señora y dos de sus hijos. Por las mañanas, este hombre humilde y cordial, llega a Capital con la bicicleta a cuestas en un micro para empezar con su tarea. “Antes se ganaba bien afilando, ahora sólo me sirve para sobrevivir”, comenta.

Ayer y hoy, dos tiempos que se mezclan
Es inevitable preguntarse como lo habrán recibido los vecinos en otras épocas. Quizás los hombres lo esperaban en las veredas, ansiosos por afilar aquellas herramientas que les permitían trabajar o realizar las actividades cotidianas.

Hoy, el afilador tiene en el rostro un gesto melancólico. Nostalgia en un mundo de plástico, donde todo es descartable y los productos se compran con sistemas de abre fácil que no requieren ningún esfuerzo. “Tengo algo de trabajo con algunas rotiserías o locales de arreglo de ropa, sobre todo cuchillos y tijeras”, afirma.

El precio que hay que pagar por sus servicios, parece uno de los tantos enigmas que esconde la ciudad. Pedro devela el misterio. Afilar unas tijeras cuesta, en esta Argentina devaluada, entre dos y cinco pesos.



El trabajo en la calle, todos los días
El afilador relata con orgullo sus pequeños tesoros: “De a poco, con este oficio pude comprar un lote donde hice la casita en que vivimos y un auto chico con el que los fines de semana hago de remis”.

Sin embargo, hay momentos en que se replantea su trabajo en la calle, el mismo que le dió su identidad. “A mi nunca me gustó depender de un patrón, pero a veces pienso que hice mal, por ejemplo ahora tendría una jubilación”.

De jóvenes y viejos
¿Los mayores dejaron de trasmitir el conocimiento y amor por el oficio o fueron los jóvenes quienes se desentendieron primero? Aunque sería muy difícil establecerlo, Pedro se inclina por lo segundo. “Los jóvenes no valoran este oficio, no les interesa”, sentencia. Incluso tiene sus dudas respecto de “algunos nuevos que dicen ser afiladores y cobrar menos, pero que en realidad les mienten a los vecinos”.

El ritual
Ver al afilador en plena tarea es casi un privilegio. Enciende el motor y la piedra empieza a girar mientras que él, con un gesto que solo los afiladores comparten, acerca un cuchillo al esmeril.
“Con los años que tengo, para mi esto es una terapia. A veces, cuando salgo pienso que la plata no me alcanza. Pero empiezo a caminar y a tocar la armónica y me olvido de todo”, concluye.

Será que las chispas de la piedra le recuerdan, al menos por unos instantes, que todavía su saber es necesario en ese ritual que devuelve a los objetos algo que habían perdido.

domingo, abril 09, 2006

El otro Domingo de Ramos

Una realidad que duele. Fernando, como todos los días, tiene que trabajar.



Fernando tiene trece años. Desde la madrugada está sentado cerca de la Iglesia Nuestra Señora de Itatí, en la intersección de las calles Gascón y Díaz Vélez, como lo están otros chicos en esa cuadra y tantos otros por el resto de la ciudad. Son las 18:10 y está cansado, pero no se queja.

Espera a los creyentes que celebran las Pascuas para venderles unas varas de olivos y así ganar algo de dinero. Es él quien pregunta primero “¿Quiere comprar?, sale un peso...” Fernando dice que sale a cartonear todos los días, aunque con firmeza reconoce que no le gusta.

Le cuesta pensar qué va a ser cuando sea grande. Se queda sin palabras y se mira las zapatillas rotas, como si no le quedara otra alternativa.




Otras historias. Dos hermanos que tienen la suerte de ir a la escuela.



A unos pocos metros, están Jimena y Elián sentados en el frente de una parrilla con un cajón de verdulería lleno de ramitas de olivos. Las mismas que el Papa Benedicto XVI recordó “como un símbolo de paz” durante la misa de Domingo de Ramos dedicada a los jóvenes.

Los hermanos llegaron a la mañana temprano junto a su mamá, según cuentan. A esta altura ni siquiera se esfuerzan por vender. "Venimos todas las Pascuas, hace dos años y nunca vendimos tan poco", razona Jimena, que a pesar de tener poco mas de diez años ya piensa como una adulta.

¿Quiénes serán los padres de esos chicos? Están ahí, los dos solos y se les nota en la mirada. Jimena ayuda a Elián cuando intenta decir su edad. Lo protege en medio de esa precariedad, algo que tal vez sus padres hagan, pero no muy bien.

Las personas pasan y los miran de reojo como a tantos chicos que trabajan en la ciudad, para después seguir caminando, igual, como cualquier domingo de Ramos. Como todos los días.


Para datos y estadísticas de trabajo infantil: Ministerio de Trabajo.

jueves, abril 06, 2006

Historias de la ciudad

Así se ve Buenos Aires a través del Google Herth.


Oficios que sobreviven en sus personajes hoy...

Sin lugar a dudas, los cambios en el mundo postmoderno y las nuevas tecnologías son las principales causas que llevan a que ciertos oficios sean considerados parte de un “Patrimonio Intangible”.

Pero el testimonio y las experiencias de vida de las personas escapan a las etiquetas y clasificaciones. Las historias se hacen visibles en la ciudad para quien quiera escucharlas.



Adelanto de la primera entrega: “El afilador”

Algunas mañanas, por las calles del barrio de Almagro, el silbido de una melodía inconfundible anuncia a los vecinos la presencia de un personaje que parece venir de otro tiempo. En su bicicleta, el afilador avanza con un andar lento.

Mientras hace sonar la armónica a la espera de alguien que reclame sus servicios, pedalea unos pocos metros, como conjurando al tiempo que corroe el metal de los cuchillos y tijeras...

Adiós a las calificaciones...

En Rosario, algunos estudiantes dejarán de lado este cartel.

¿Es posible que exista una universidad confiable que no otorgue un título? La Facultad Libre de Rosario, dice que sí. La respuesta puede quedar pendiente, pero basta dar una mirada al plantel docente de la Facultad Libre para despejar algunas dudas.

Cristian Ferrer, Horacio González, Beatriz Sarlo, entre otros, son parte de la recién creada universidad de Rosario que funciona en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia de esa ciudad.

La Universidad Libre es un proyecto diferente a la educación superior tradicional. Una organización sin fines de lucro que tiene como Secretario Académico a Daniel Scarfó de FLACSO.

Algunos datos interesantes:
*Propone un conocimiento reflexivo y crítico como parte de los objetivos a lograr por sus alumnos, en lugar del aprendizaje basado en la repetición de contenidos.

*Las asignaturas ya no se dividen en materias sino en cinco grandes bloques temáticos generales que invitan a los alumnos al desafío de un conocimiento integral.

¿Alguna vez pensaron en lo excluyente del sistema de méritos académicos, calificaciones y formas de evaluación a la que se acostumbran los estudiantes universitarios?

*Como alternativa a esos mecanismos, la universidad propone una evaluación flexible mas vinculada a la comprensión y otorga a los alumnos, como reconocimiento de la cursada, una “Suma Cultural”.

Sin embargo, algunas cuestiones administrativas desilusionan un poco.

Es que el sueño de la utopía libertaria educativa, también necesita un mínimo de recursos para avanzar en su realización, que, por supuesto, nunca es total.

Para cursar hay que pagar una matrícula y para rendir, inscripciones que varían según las materias. Además, los cupos son limitados.

Leer o saltear, esa es la cuestión

Algunos pueblos de la costa bonaerense, como tantos otros de la Argentina, no figuran en la cartografía. Sin embargo, existen desde los márgenes.

Los medios de la región, a veces, publican unas líneas al menor costo posible. Sobre todo cuando alguna joven que intenta ser periodista encuentra una historia y escribe esas líneas. Una situación de precariedad nada nueva que se refleja en investigaciones y declaraciones oficiales .

En este caso hay que decir una verdad que no alcanza: por lo menos pagaron con el valor simbólico de ver el nombre en la edición impresa.

A continuación, historias simples, cosas que pasan en un pueblo donde no hay asfalto, ni alarmas, ni kioscos de 24 horas.

Las dos primeras Notas al pie están ahí, para quien quiera leerlas...o saltearlas.

http://www.lavozdelpueblo.com.ar/diario/2006-03-27/La_Region/9624.htm
http://www.lavozdelpueblo.com.ar/diario/2006-01-15/La_Region/8202.htm

miércoles, abril 05, 2006

Notas al pie: Una huella de la realidad


Una nota puede significar muchas cosas. Puede ser un mero dato adicional al texto o sólo una referencia esclarecedora en los márgenes. Pero el observador atento investiga una marca mínima, casi invisible; idea que llama a otras ideas, una huella interminable que convoca a seguir en la búsqueda de otros mundos y sentidos.

Su existencia es para el que lee o mira, para que éste luego las extienda, recuerde o critique. Ese diálogo, que guarda el origen de la comunicación, une a cada una de sus formas sea visual, oral o escrita.

Así como en medio de estas redes virtuales, las bitácoras nos guían como mapas de rutas, las experiencias comunes nos llevan a reconocernos en una ciudad que cambia sus territorios todo el tiempo.

Es por eso que Notas al Pie intenta ser sólo una huella. Una nota que sirva como testimonio de esa realidad cotidiana que los medios pocas veces cuentan. Un espacio para la otra información.



*Historias de vida. El margen de la vida cotidiana y sus protagonistas se hacen visibles.

*Culturas hoy. Arte, colectivos sociales... los que ya están y otras voces que vale la pena comentar.

*Opinión y Crítica de medios en un mundo de referencias cruzadas.